CMG Consultoria

La Inteligencia Artificial (IA) y los Abogados

La “inteligencia artificial”, más allá de haber sido, por su importancia, escogida como la palabra compuesta del 2022 por la La Fundación del Español Urgente (FundéuRAE), es hoy una realidad entre nosotros.

 

La batalla entre Estados Unidos y China por controlar esta tecnología es cada vez más encarnizada y no es para menos. Los cambios a los que nos enfrentamos son cuánticos…

 

Ayer una de esas personas a las que -sin llegar a conocer personalmente, sólo con verla en un video,  y a pesar de contar con escasos años- nos conectamos inmediatamente  y llegamos a amar, sin saber la trascendencia de su discurso, me daba una lección y me hacía reflexionar sobre una realidad. Planteaba desde su sabia inocencia de niña: ¿Para qué sirven ahora los abogados si las personas le comentan sus problemas y tratan de conseguir soluciones en los canales de los “youtubers” “Instagrammers y en los “tiktokers”?

 

Debo aclarar que me sentí aliviado porqué la pregunta no me la hizo a mí, pues no creo haber sido capaz de construir una respuesta apta para aclarar la duda de una niña, al menos no de forma inmediata.

 

Vemos en las redes, especialmente Instagram, Youtube o Tiktok, que consultas relacionadas en como, por ejemplo, “perder peso” arrojan miles de millones de resultados y respuestas o “consejos” dados por personas que, en su gran mayoría, no tienen la preparación profesional para aportar el conocimiento. Leía recientemente que, en ese ámbito, específicamente del contenido disponible en Instagram, sólo el 1,4% había sido aportado por nutriólogos u otros profesionales certificados en el área.  Podría yo entonces repreguntar, en un afanoso pero inútil intento de escurrir el bulto, ¿Para qué sirven ahora los nutriólogos y nutricionistas si las personas consultan sus dietas a los “Instagrammer”?

 

Igual pasaría si intentamos conseguir información sobre cualquier enfermedad;  cómo hacerle mantenimiento a un aire acondicionado o a una computadora;  cómo reparar una filtración en casa; cómo preparar un plato de comida; cómo hacer bien la maleta; cómo ganar dinero;  cómo preparar un cóctel; cómo saltar en paracaídas;  cómo espantar las plagas; cómo ser feliz; cómo adiestrar a nuestro perro; cómo rendir más físicamente; cómo evitar decepciones  amorosas;  cómo estudiar derecho, medicina, ingeniera, arquitectura, odontología, economía, finanzas, farmacia, etc., etc. Sería entonces válido preguntarnos ¿Para qué sirven ahora los médicos y otros profesionales de la salud; los técnicos en aires acondicionado o en computadoras; los plomeros; los chefs; los barman; los economistas o expertos financieros; los instructores de paracaidismo; los psicólogos y psiquiatras; los veterinarios. Etc. Etc.…?

 

Por fortuna para los profesionales independientes y más aún para las personas que necesitan de ellos (es decir, para todos), los resultados que se obtienen de estas consultas generalizadas  o de la aplicación de estos alegres consejos en su mayoría no profesionales, por razones obvias al no estar avalados por conocimientos serios y competentes, al final del día no satisfacen a los usuarios, quienes  terminan aceptando que es mejor acudir a un profesional de la materia en lugar de recurrir al influencer de moda. Entonces tenemos allí, hoy, la respuesta. Los profesionales servimos para resolver los problemas que no pueden resolver los influencers, es decir,  casi todos los problemas de la vida diaria y, también para resolver los muchos problemas que estos mismos influencers crean. Hasta ahí vamos bien, pero el panorama se nos puede complicar.

 

Hace poco veíamos que Google había abierto parcialmente (por ahora sólo a algunos  usuarios en Estados Unidos) su acceso a la Inteligencia Artificial Adaptativa (IAA): AI Test Kitchen. Es decir que los usuarios pueden, en línea, consultar no a un simpático youtubers, instagrammer, tiktoker o influencer, con muy limitados conocimientos, sino a una computadora con memoria infinita, dotada de Inteligencia Artificial (IA), es decir, capaz de sintetizar y automatizar tareas intelectuales como las que hacemos hoy los profesionales. Ya no hablamos de una persona con inteligencia humanamente limitada, hablamos de una supercomputadora  desarrollada, profesionalmente,  para  sintetizar, ordenar, y sistematizar el desarrollo intelectual de los mejores pensadores del mundo y, lo mejor, aprender constante y continuamente de la aplicación de esa misma información. Esa supercomputadora podrá responder, con sólidos y sistemáticos conocimientos intelectuales aportados por los mejores profesionales del mundo de hoy y de los últimos 20 años, validados por la retroalimentación continua derivada de la aplicación de los resultados, cualquier duda en cualquier área del conocimiento…

 

Me alivia saber que Paula, por ahora, no me haya preguntado  ¿Para qué servirán los abogados y otros profesionales una vez se masifique el uso de la Inteligencia Artificial? Si me llegare a abordar con esa pregunta, creo que sólo atinaría a responderle: Para romper paradigmas y reinventarse.

Sergio Campana Zerpa

Socio fundador de CMG Consultoría

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